Marina Palacios, directora del proyecto DEEP CORE PROJECT: “Los pescadores son aliados estratégicos en la conservación de los arrecifes por su profundo conocimiento del entorno marino”
La recuperación de arrecifes, especialmente de fragmentos de coral candelabro, la sensibilización del sector pesquero sobre los peligros que amenazan a estos ecosistemas y la investigación científica de estos entornos son los tres pilares del proyecto DEEP CORE PROJECT. Una iniciativa que tendrá “un enfoque basado en el intercambio horizontal de conocimientos, con pescadores y científicos trabajando codo a codo, fomentando un aprendizaje mutuo”, nos explica Marina Palacios, directora del proyecto.
Es vuestro primer proyecto impulsado por el Programa Pleamar, ¿cuáles son vuestras expectativas?
Sí, y estamos muy contentos de formar parte de este equipo. Tenemos muy buenas expectativas ante la consecución de todos los objetivos propuestos. La parte de restauración ecológica del arrecife profundo de la Zona de Especial Conservación (ZEC) Acantilados y Fondos Marinos de la Punta de la Mona, en Granada, es una continuación del programa Deep Core Project que llevamos desarrollando tres años, el cual está arrojando unos resultados muy prometedores. Este año, gracias al Programa Pleamar, además de aumentar el alcance del programa de recuperación ecosistémica añadiendo tres nuevas zonas de recuperación, dos de las cuales están en dos áreas marinas protegidas nuevas, nos hemos propuesto nuevos retos sociales con los que estamos muy implicados e ilusionados iniciando un programa de trabajo con el sector pesquero andaluz para la transmisión horizontal de conocimientos a través de talleres e iniciativas, sentando unas bases sólidas en la colaboración para un camino común en la recuperación y conservación de los ecosistemas marinos.
¿Cuál es el papel de vuestra ONG y qué habéis logrado hasta el momento en materia de preservación de estos ecosistemas arrecifales?
El papel de Coral Soul dentro de Deep Core Project es la recuperación ecosistémica y el saneamiento de las áreas marinas protegidas de la costa granadina occidental, además de la promoción de iniciativas en colaboración con diferentes organizaciones del sector pesquero andaluz en la conservación de arrecifes. Hasta el momento, desde la aprobación de Pleamar, en lo que a la parte ambiental se refiere se han realizado cinco retiradas de residuos. Casi diariamente acudimos al arrecife a realizar el cuidado de los corales de las tres guarderías, se han abierto dos arrecifes nuevos en zonas estratégicas y mensualmente hacemos el estudio de las comunidades ícticas. En la parte social, se ha implicado a veinte voluntarios en diversas actividades y ya se han iniciado las actividades con el sector pesquero gracias a la colaboración de cuatro entidades con las que hemos iniciado los talleres, las jornadas y las actividades de transmisión de conocimiento horizontal. También se ha participado en jornadas para el público en general y centros educativos. En estos meses de proyecto también hemos creado una red de stakeholders, formando un equipo multidisciplinar de empresas, asociaciones, universidades y administración, un equipo multidisciplinar muy valioso para la consecución exitosa de los objetivos de Deep Core Pleamar.
¿Cuál es el estado actual de los espacios marinos objeto de estudio? ¿Cuáles son los principales impactos generados por la pesca?
Deep Core Project se desarrolla dentro de cuatro áreas de recuperación de la costa granadina, en los espacios naturales protegidos de la ZEC de los acantilados y fondos marinos de la Punta de la Mona, la ZEC de los fondos y acantilados de Tesorillo-Salobreña y el paraje natural de Maro-Cerro Gordo. Todas estas zonas sufren graves impactos por el abandono accidental de residuos derivados de la pesca, la acuicultura y el fondeo. A lo largo de todos los fondos que forman la ZEC Punta de la Mona, cientos de cabos, redes, anclas, neumáticos, sedales y otros residuos se acumulan en el arrecife poniendo en peligro la supervivencia de una población centenaria de coral candelabro (Dendrophyllia ramea), así como la funcionalidad de este ecosistema y de toda su biodiversidad que ahí habita. Un gran número de corales fragmentados por los impactos, se acumulan en el fondo, muriendo poco a poco debido al estrés, la inanición y las patologías que generan. Esto provoca un retroceso poblacional que afecta a todo el ecosistema, al ser los corales y otros invertebrados la base del mismo.
En el caso de la ZEC Tesorillo y del paraje natural Maro-Cerro Gordo, la acumulación puntual de grandes residuos provenientes de la acuicultura por el abandono de las estructuras (jaulas completas, cabos, bateas…), provoca una alteración del ecosistema, rompiendo las dinámicas naturales y haciendo que, al acumularse estos grandes residuos sobre el sedimento, éste no pueda captar oxígeno de la columna de agua, provocando anoxia y haciendo que la vida desaparezca.
La recuperación de fragmentos de coral candelabro es una de las actividades clave del proyecto. ¿Por qué esta especie en particular es prioritaria y qué desafíos enfrentan en su recolección y repoblación?
El coral candelabro (Dendrophyllia ramea) es una especie prioritaria debido a varias características intrínsecas y específicas de esta población. En primer lugar, es uno de los corales que alcanza más tamaño en el mar Mediterráneo y en el Atlántico, creando unas grandes estructuras calcáreas tridimensionales, donde cientos de especies (muchas de ellas de valor comercial) utilizan el coral candelabro como lugar de refugio, alimento y reproducción, haciendo de estos ecosistemas puntos de alta biodiversidad y productividad de biomasa (hot spot). De este modo, tenemos que entender que la supervivencia de estas especies dependa directamente del estado del arrecife. Además, para crear las grandes estructuras calcáreas que forman las colonias de coral candelabro, este coral retira grandes cantidades de CO2, actuando como una especie sumidero de este gas de efecto invernadero. También hay que tener en cuenta que cuando uno de estos corales muere, toda la energía consumida durante años en la generación de tejidos y captura de CO2 es enviada a otro compartimento para su degradación y puesta de nuevo en circulación en el medio marino.
La población que habita en la ZEC Punta de la Mona es muy importante desde el punto de vista de la singularidad, ya que normalmente las poblaciones de Dendrophyllia ramea están formadas por pocos individuos aislados que se encuentran distribuidos a grandes profundidades (entre los 60 y los 200 metros de profundidad), sin embargo, en esta zona la densidad poblacional del coral candelabro es superior a cualquiera de otras poblaciones descritas, además de tener un rango batimétrico muchísimo más somero (entre 30 y 50 metros). Esto pone en valor otro aspecto, y es que tiene un gran atractivo turístico por su accesibilidad, aportando valía al motor socioeconómico de la localidad al atraer a miles de buceadores al año para contemplar la belleza y la singularidad de este ecosistema.
Para explicar con claridad el desafío que supone adentrarse en la recuperación de arrecifes profundos, el manejo del coral candelabro, su cuidado y su repoblación, queremos hacer hincapié en la complejidad y exigencia de las técnicas (técnicas de recuperación de corales de agua fría nunca antes descritas), la dificultad operativa (trabajo entre 30 y 50 metros en zona de mucha corriente), el coste de los medios (equipos de buceo técnico, embarcaciones de apoyo y gases costosos, como oxígeno y helio) y un equipo muy preparado y exclusivo (tanto en laboratorio como la experiencia de los buzos).Además del uso de bibotellas y etapas, los rebreathers son una herramienta indispensable a la hora de desarrollar programas de este tipo, ya que disminuyen significativamente el uso de gases como el helio. En contraposición, la formación, el entrenamiento y la experiencia se dispara, haciendo de ella una herramienta muy exigente a nivel formativo. Otros retos que enfrentamos en el manejo del coral candelabro son el alto deterioro que presentan las colonias, llenas de patologías y de epibiontes, y la gran dedicación y esfuerzo que requiere. Necesita un cuidado diario para tratar sus heridas y poder devolver los corales sanos al arrecife mediante técnicas de repoblación.
El seguimiento y vigilancia de los espacios recuperados es clave. ¿Qué herramientas y tecnologías se están utilizando para monitorear el estado de los arrecifes y medir el impacto del proyecto?
Deep Core Project se desarrolla en base a tres pilares básicos: recuperación, sensibilización e investigación, motivo por el cual nuestras técnicas y resultados están fundamentados por investigaciones científicas. El conocimiento del medio que se pretende recuperar y la ecología de las especies, así como los impactos que las amenazan y los efectos que derivan de los mismos, son elementos fundamentales que hay que tener en cuenta para poder crear un programa de recuperación marina efectivo.
Del mismo modo, el seguimiento y vigilancia de las zonas recuperadas es de vital importancia para corroborar la efectividad del método y es por ello que Deep Core Project contempla estudios científicos de seguimiento que requieren investigaciones a largo plazo para contemplar aspectos tales como las bajas tasas de crecimiento de especies, la variabilidad anual de las poblaciones, el cambio progresivo del ecosistema… Cuantos más datos y registros se manejen, más representativo será el estudio y más fiabilidad abordarán los resultados.
Por ello gran parte de los estudios de Deep Core Project se contemplan a largo plazo, teniendo en cuenta la continuidad y duración del proyecto, lo que permite cumplir con los anteriores criterios mencionados, obteniendo cada año resultados más interesantes y permitiendo tener un seguimiento de la efectividad del programa durante el desarrollo del mismo. Además, el seguimiento y la efectividad de la recuperación se estudian desde un enfoque ecosistémico, integrando estudios de supervivencia de los corales recuperados, estudios de la comunidad íctica residente en las zonas rehabilitadas o incluso estudios de parámetros ambientales auxiliares, como la caracterización de variables oceanográficas.
¿Cuáles son los principales retos técnicos y logísticos que se enfrentan al retirar residuos y sanear los arrecifes en estas zonas?
La retirada de residuos en Deep Core Project es una parte muy importante en la recuperación del arrecife, ya que es el primer paso en el aumento de la resiliencia ecosistémica, puesto que nos centramos en la retirada de los residuos que degradan el hábitat y evitan que las poblaciones se desarrollen de manera normal.
Como ya hemos explicado en el apartado anterior, uno de los mayores retos a los que nos enfrentamos es el trabajo a gran profundidad, en un ecosistema altamente sensible y con una situación muy avanzada de degradación por la cantidad y la naturaleza de los residuos (87 % procedentes de la actividad pesquera), por lo que la mayor parte se encuentran enredando, atrapando y a veces seccionando los individuos que habitan en el HIC 1170 Arrecifes. Es por estas razones que en cada extracción de residuos se debe operar de una forma meticulosa por la peligrosidad de las acciones, y por la vulnerabilidad del hábitat donde trabajamos. Para garantizar una extracción de residuos segura y de bajo impacto, hemos desarrollado un protocolo no intrusivo que diferencia nuestras acciones de las típicas limpiezas de fondos, ya que se centran en una acción más meticulosa y respetuosa con el medio, con un criterio científico.
Otro reto al que nos enfrentamos es que en Andalucía no existe un sistema de reciclado de residuos de origen pesquero. La gestión ambientalmente responsable de los residuos que se generan mediante la actividad pesquera es fundamental para reducir la contaminación por plástico de los océanos. Y es por ello, que debido a la gran cantidad de este tipo de residuos que extraemos, colaboramos con la empresa Gravity Wave, la cual recoge nuestros residuos para reciclarlos y transformarlos en mobiliario urbano y otros objetos. De este modo, juntos revalorizamos los residuos y promovemos la economía circular.
El programa menciona la creación de guarderías de corales. ¿Podrías explicar en detalle cómo funcionan y qué resultados esperáis obtener?
Cuando un coral se rompe se crea una zona de fractura vulnerable, donde el tejido muere. Esta zona, en buenas condiciones puede regenerarse y cicatrizar. Pero en la mayoría de los casos (93,5 %) esta zona no tiene buenas condiciones por el roce con el aparejo, la sedimentación, el enterramiento o porque es colonizada por epibiontes, por lo que el coral genera enfermedades y patologías que se propagan por la colonia haciendo que vaya muriendo y que su repoblación directa no sea viable. Por eso las guarderías de coral son un elemento muy importante en Deep Core Project ,ya que actúan a modo de hospital de corales y permiten propiciar un espacio seguro para aplicar los tratamientos manuales que faciliten su recuperación.
La recolección de los fragmentos de coral, su cuidado en las guarderías y su reintroducción es un proceso de gran importancia en la recuperación del arrecife, ya que reduce los efectos de los impactos que provocan el retroceso poblacional del coral candelabro. La continua ruptura de las colonias de coral tiene como consecuencias la disminución de la tasa de crecimiento de las colonias afectadas, la reducción de la cobertura de tejido vivo del arrecife, la disminución de la biomasa poblacional y la reducción de las ramificaciones por colonia y por tanto del número de pólipos, lo que provoca una menor producción de larvas en temporada reproductiva y, por consecuencia, índices menores de reclutamiento. Todos estos factores se traducen en un retroceso poblacional.
Deep Core Project marcó un antes y un después en la recuperación de los corales de agua fría. Hasta la fecha, nadie se había adentrado de forma intensiva en la recuperación de arrecifes profundos mediante el buceo. Los proyectos de recuperación de corales tropicales trabajan a tan poca profundidad que pueden hacerlo con snorkel, y los programas pioneros de recuperación de arrecifes profundos utilizan ROV como herramientas de trabajo. Nosotros quisimos revolucionar este concepto combinando las metodologías del buceo científico y el buceo técnico con descompresión, para permitir la recuperación del arrecife profundo de forma manual.
Según nuestra experiencia en anteriores años, el 98,7 % de los corales que entran en las guarderías se recuperan, por lo cual esperamos obtener unos datos tan esperanzadores como éstos y lograr la recolección e instalación en guarderías de 100 nuevas colonias de coral.
¿Qué rol desempeñan los pescadores locales en este proyecto y cómo se les ha sensibilizado e involucrado para trabajar en la conservación marina?
Los pescadores desempeñan un rol fundamental gracias a su conocimiento del entorno marino, adquirido a través de años de experiencia directa. Este saber práctico los convierte en aliados estratégicos para poder identificar áreas críticas, monitorear los cambios en los ecosistemas y contribuir activamente a la recuperación de los ecosistemas marinos. Su participación es muy valiosa, ya que conocen de primera mano y a nivel local los patrones de las especies, las dinámicas de los caladeros y los ciclos del ecosistema marino.
Para involucrarlos en la conservación marina, queremos adoptar un enfoque basado en el intercambio horizontal de conocimientos. Esto significa que pescadores y científicos trabajan codo a codo, compartiendo experiencias, ideas y saberes en igualdad de condiciones, fomentando un aprendizaje mutuo donde cada perspectiva enriquece el proceso. Los pescadores aportan su entendimiento práctico del mar, mientras que el equipo técnico introduce herramientas y métodos científicos que complementan su conocimiento. Este proceso se lleva a cabo mediante talleres prácticos y charlas participativas que promueven el diálogo abierto. En estos espacios se discuten temas como la importancia de los arrecifes de coral, ya que funcionan como zonas de crianza y refugio para muchas especies marinas, y su papel esencial en la preservación de los caladeros. También se abordan las técnicas de restauración de corales y la necesidad de proteger los ecosistemas marinos como base de la pesca sostenible. A través de estas iniciativas se refuerza el compromiso y se fomenta un sentido de corresponsabilidad en la protección de estos hábitats. Este modelo participativo permite que pescadores y científicos trabajen juntos en la preservación y el cuidado del medio marino.
Y con relación a la ciudadanía, ¿cómo vais a involucrar y sensibilizar al público general, especialmente a los estudiantes, sobre la importancia de la conservación marina y el impacto de sus acciones?
Necesitamos conocer la riqueza de los ecosistemas marinos para ser capaces de entender su importancia y comprender qué impactos generan nuestras acciones, tanto en estos entornos como en nuestras vidas. Creemos en una sociedad activa y participativa como motor de cambio hacia el cuidado. Para ello hemos diseñado actividades y estrategias educativas dinámicas y accesibles, respondiendo a la diversidad de necesidades, que fomentan tanto la comprensión del problema como el compromiso en la acción.
Organizamos talleres prácticos en el aula y en el exterior (usamos maquetas, experimentos científicos y actividades prácticas), estudios de casos y simulaciones (a través de juegos de rol, debates y análisis de estudios de caso reales), actividades participativas como concursos creativos y proyectos en clase, campañas de concienciación digital, días de acción comunitaria y voluntariado (organizando actividades de limpieza de playas y fondos marinos), incorporando la sostenibilidad en la vida cotidiana y a través de la evaluación y retroalimentación continua, realizando encuestas. Esta retroalimentación nos ayuda a ajustar las actividades del proyecto y a asegurarnos de que el mensaje de conservación se esté transmitiendo de manera efectiva.
El objetivo es crear un enfoque educativo que no sólo informe sobre la importancia de los corales profundos y la conservación marina, sino que también motive tanto a estudiantes como a público general a adoptar acciones concretas para proteger estos ecosistemas. Utilizando una mezcla de métodos tradicionales, digitales y de participación activa, se busca involucrar a la comunidad de manera integral, convirtiéndonos así en agentes de cambio en la conservación marina.